Bárbara, mamá de Tomy, a quien Messi ayudó a enfrentar su problema de crecimiento, dialogó con Tuny

“El día de la final de la Copa del Mundo me di cuenta que estaba llorando mirando el partido, ni siquiera había terminado y me di cuenta que no era por el partido, era otra cosa. Lo miro a mi hijo y le digo que estaba llorando por algo que tenía que ver con nuestra historia. Le pregunte a mi hijo si podía escribir lo que estaba sintiendo.” “Publique una carta en Instagram y se viralizó. Llego a siete millones de reproducciones en Twitter. Me empezaron a escribir de distintas partes del mundo.” “Esa carta fue mi forma de decirle gracias a Messi que es mucho más humano que jugador de fútbol.” “En el 2008 Tomy tenía 4 años, yo sentía que algo le pasaba, y eso tenía que ver con su altura. Lo veía mucho más chico que al resto de sus amigos. Cuando se lo consultamos al pediatra nos dijo que era normal porque nosotros tampoco éramos altos, pero a mi nunca me cerró.” “Empecé a investigar sin saber donde iba a llegar. Me di cuenta que Tomy tenía lo mismo que había tenido Messi. El diagnóstico es déficit de hormonas de crecimiento.” “El gran tema de este tratamiento es que mientras antes se comienza más posibilidades hay porque se termina en la pubertad. El problema es como explicarle a un chico de cuatro años que se tiene que dar un pinchazo todos los días durante diez años y que el resultado lo va a ver a largo plazo.” “Compramos un poster de Messi, lo pusimos en su cuarto y le contamos lo que le pasaba. Le mostramos que a Messi no le impidió realizar su sueño.” “Un día le preguntamos si quería conocerlo a Messi, pero no para hablar del Barcelona, sino que para tener una charla con alguien que vivió lo mismo que él. Nos dijo que si y ahí comenzó otro desafío.” “Pudimos contactarnos con el padre de Messi. Justo la selección estaba concentrando en un hotel en Capital y él nos dijo vayan que Messi va a estar esperándolo. Tomy tenía 6 años y Lionel 23. Nos sentamos en el piso del lobby a charlar sobre el tratamiento. No hablamos de fútbol. Fue una charla muy humana y para mi hijo fue entender que era parte de un camino que le iba a permitir tener una vida hermosa.” “Hoy Tomy tiene 18 años y está perfecto. En 10 años tuvo 3150 inyecciones y ese déficit de altura le hizo desarrollar otros tipos de altura como la autoestima y la capacidad de ser.” Read more

“El día de la final de la Copa del Mundo me di cuenta que estaba llorando mirando el partido, ni siquiera había terminado y me di cuenta que no era por el partido, era otra cosa. Lo miro a mi hijo y le digo que estaba llorando por algo que tenía que ver con nuestra historia. Le pregunte a mi hijo si podía escribir lo que estaba sintiendo.” “Publique una carta en Instagram y se viralizó. Llego a siete millones de reproducciones en Twitter. Me empezaron a escribir de distintas partes del mundo.” “Esa carta fue mi forma de decirle gracias a Messi que es mucho más humano que jugador de fútbol.” “En el 2008 Tomy tenía 4 años, yo sentía que algo le pasaba, y eso tenía que ver con su altura. Lo veía mucho más chico que al resto de sus amigos. Cuando se lo consultamos al pediatra nos dijo que era normal porque nosotros tampoco éramos altos, pero a mi nunca me cerró.” “Empecé a investigar sin saber donde iba a llegar. Me di cuenta que Tomy tenía lo mismo que había tenido Messi. El diagnóstico es déficit de hormonas de crecimiento.” “El gran tema de este tratamiento es que mientras antes se comienza más posibilidades hay porque se termina en la pubertad. El problema es como explicarle a un chico de cuatro años que se tiene que dar un pinchazo todos los días durante diez años y que el resultado lo va a ver a largo plazo.” “Compramos un poster de Messi, lo pusimos en su cuarto y le contamos lo que le pasaba. Le mostramos que a Messi no le impidió realizar su sueño.” “Un día le preguntamos si quería conocerlo a Messi, pero no para hablar del Barcelona, sino que para tener una charla con alguien que vivió lo mismo que él. Nos dijo que si y ahí comenzó otro desafío.” “Pudimos contactarnos con el padre de Messi. Justo la selección estaba concentrando en un hotel en Capital y él nos dijo vayan que Messi va a estar esperándolo. Tomy tenía 6 años y Lionel 23. Nos sentamos en el piso del lobby a charlar sobre el tratamiento. No hablamos de fútbol. Fue una charla muy humana y para mi hijo fue entender que era parte de un camino que le iba a permitir tener una vida hermosa.” “Hoy Tomy tiene 18 años y está perfecto. En 10 años tuvo 3150 inyecciones y ese déficit de altura le hizo desarrollar otros tipos de altura como la autoestima y la capacidad de ser.” Read less