June 05, 2023 13:21
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Algunas veces es imprescindible volver a lo básico aunque suene obvio: para ser periodista, primero hay que ser humano. Y acá sí el orden de los factores altera el resultado. Porque si te olvidas de ser humano con la excusa de ser periodista, no sos ni una cosa ni la otra, sino algo peor. Como sucedió el sábado, en el Monumental. Un hombre murió al caer desde una tribuna y algunos periodistas intuyeron que esa muerte, aún tibia e inesperada, iba a tener rating. Y, voraces, traspasaron una de las barreras que jamás hay que pasar: la ética. Sé de la presión que tienen muchos cronistas que son enviados a la calle a cazar puntos de rating. Lo viví en carne propia. Y renuncié a trabajos por ello. Sé que hoy no está para renunciar a ningún trabajo. Nunca son buenos tiempos para ello. Pero yo en ese momento era una privilegiada con tres laburos. Entonces, sí pude hacerlo. Pero no soy una heroína por eso. Y por más que yo era más chica y mas fundamentalista en ese momento, sigo creyendo que ir a ponerle una cámara a la hija de alguien que acaba de morir como murió el simpatizante de River es violencia pura. Y la violencia, sabemos, es como la energía, no se produce sino que se transmite. Y vuelve en puteada a los periodistas que se quejan porque están trabajando. No. No se puede hacer cualquier cosa en nombre del periodismo. Sobre todo cuando hay muerte de por medio. Sí sabemos, porque estamos en esto, que el morbo siempre vende. Pero no tenemos derecho a ensuciarle las lágrimas a nadie para hacer un rating sucio, arrancado al dolor de quienes quieren llorar en paz. Leer más
Algunas veces es imprescindible volver a lo básico aunque suene obvio: para ser periodista, primero hay que ser humano. Y acá sí el orden de los factores altera el resultado. Porque si te olvidas de ser humano con la excusa de ser periodista, no sos ni una cosa ni la otra, sino algo peor. Como sucedió el sábado, en el Monumental. Un hombre murió al caer desde una tribuna y algunos periodistas intuyeron que esa muerte, aún tibia e inesperada, iba a tener rating. Y, voraces, traspasaron una de las barreras que jamás hay que pasar: la ética. Sé de la presión que tienen muchos cronistas que son enviados a la calle a cazar puntos de rating. Lo viví en carne propia. Y renuncié a trabajos por ello. Sé que hoy no está para renunciar a ningún trabajo. Nunca son buenos tiempos para ello. Pero yo en ese momento era una privilegiada con tres laburos. Entonces, sí pude hacerlo. Pero no soy una heroína por eso. Y por más que yo era más chica y mas fundamentalista en ese momento, sigo creyendo que ir a ponerle una cámara a la hija de alguien que acaba de morir como murió el simpatizante de River es violencia pura. Y la violencia, sabemos, es como la energía, no se produce sino que se transmite. Y vuelve en puteada a los periodistas que se quejan porque están trabajando. No. No se puede hacer cualquier cosa en nombre del periodismo. Sobre todo cuando hay muerte de por medio. Sí sabemos, porque estamos en esto, que el morbo siempre vende. Pero no tenemos derecho a ensuciarle las lágrimas a nadie para hacer un rating sucio, arrancado al dolor de quienes quieren llorar en paz.
Etiquetas: el amor es mas fuerte ética periodística nancy pazos river
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