"...estamos a un día de Navidad y a una semana de cerrar el año. Una quisiera, en las vísperas, remitirse a un “feliz navidad”. Pero, la verdad es que este 2016 nos ha dado, en nuestra vida colectiva, pocos motivos para celebrar", abre la economista Fernnada Vallejos, su editorial. Y confiesa que "...este año me ha tocado, como economista, quedarme sin buenas noticias para dar". La economista enumera una larga lista de hechos económicos y políticos negativos que signaron el espacio editorial que lleva su marca y el ciclo, que co-conduce junto al periodista Mariano Beristain, en general. Vallejos sincera, además que "este año hubiera querido equivocarme en todos los pronósticos, pero la única verdad es la realidad y era sabido que con esta política, estos ejecutores y los intereses que venían a representar, no podían esperarse otros resultados". Luego, la economista se mete de lleno con los indicadores del trecer trimestre, publicados por el INDEC, con los que se "ratificó el descalabro que las políticas de Cambiemos están provando sobre nuestra economía". "El PBI se volvió a derrumbar... en el 3er trimestre. La caída, profundizando la recesión... fue de -3,8%, acumulando -2,4% en los primeros 9 meses del año. El consumo, que explica el 70% del producto, cayó -3,1%, producto de una desocupación que trepó desde el 5,9% al 8,5% y unas paritarias que el gobierno impidió reabrir dejando congeladas en 30% frente a una inflación anual de 45%. La inversión cayó -8,3%... otra vez, el componente de la demanda que sufrió la mayor retracción, deja al desnudo a un gobierno que sostuvo que su modelo de crecimiento estaría basado en la inversión... Se sabe que por mucho agrado que produzcan los CEOs del ejecutivo a los hombres del mundo empresarial, la inversión está determinada por la demanda efectiva, que el gobierno secó junto a los bolsillos de los argentinos. Las exportaciones, por las que también decía apostar el gobierno, también cayeron un -2,5%. Era lógico: el mundo está en crisis junto con el comercio internacional, aunque en los tiempos de la gestión anterior se la negara sistemáticamente... Lo único que creció, esta vez, fue el consumo público, un magro e insuficiente 1,9% según el INDEC. Con un agravante: todas las voces a las que escucha el gobierno le exigen a gritos un recorte mucho más feroz del mal llamado gasto público para 2017, so pretexto de bajar el déficit fiscal que llegará al 5% del PBI este año, en una curiosa actitud de beneplácito frente a la baja de impuestos progresivos que restan recursos al estado pero de indignación frente al gasto".
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