En su columna quincenal "Literatura en los Márgenes", Anshi Moran nos trae a una autora fundamental de nuestra época: Fernanda Laguna. Y nos explica por qué ella es un personaje super importante, super rupturista, super-heroína de la poesía y la autoedición, incluso aunque no la conozcamos.
Formada en artes plásticas, es una revolucionaria de las letras argentinas y latinoamericanas.
A finales de 1998 fundó, junto a Cecilia Pavón, Belleza y Felicidad, primero como editorial en una suerte de recreación porteña de la literatura de cordel, una práctica nacida en Brasil en los sesenta que consiste en folletines colgados de una soga. Así, Fernanda y Cecilia hacían sus primeras publicaciones como Fanzines de pocas páginas y pocos ejemplares. Con el tiempo, Belleza y Felicidad se convirtió en un sello, un estilo, un nuevo modo de ser del arte, un escándalo para los academicistas de ayer y de hoy, porque ahí conviven formas de circulación literaria, cumbia, libreria artística y fotocopias.
En 2003, Fernanda Laguna, Javier Barilaro y Washington Cucurto fundan la editorial Eloísa Cartonera. Y ese mismo año fernanda abre una sucursal de Belleza y Felicidad en un comedor infantil de Villa Fiorito, al que le suma exposiciones de arte, recitales y talleres para niños.
Leemos a Fernanda Laguna para recuperar un poco la diversión del hacer, para que dejemos de esperar que las cosas cambien algún día, que la cuarentena termine o lo que sea, lo que queramos hacer hay que hacerlo ahora, y pasarla bien haciéndolo. Y hay que leerla mucho y difundirla, homenajearla en vida, porque ella, incluso para los que no la conocían, es nuestra superheroína.
