Espectáculo multidisciplinario. Los pacientes, en palabras de su autora, es un ensayo sobre la fragilidad, o una puesta en escena de ciertos apuntes razonados para una medicina poética. Una Enfermera, un Farmacéutico, una Nena, un Señor Muy Enfermo, una Señora mayor, una Paciente Joven y un Paciente Joven, y en ellos el anhelo de lo que está a punto de desvanecerse, pero también la pausa, el infinito cansancio que vemos como ternura o decepción. Voces para decir espera, infancia, maternidad: un Señor Muy Enfermo que susurra el deterioro de su cuerpo sin épica; la fabulosa perversidad de las historias que cuenta una Nena para explicarse los muertos; fantasmas de lo femenino en la voz de una Enfermera estéril que pasará su vida cuidando a los hijos de otros. Las súbitas mutaciones y los murmullos del universo del hospital se vuelven movimiento a partir de los cuerpos de estos pacientes hablados por un discurso científico que encuentra el rigor y el desapego como una forma cordial y aséptica de la crueldad. Lo que aparece es reemplazado por su recuerdo, no termina de suceder, y sin embargo se cumple puntalmente, igual que las rutinas hospitalarias antes del amanecer.