La forma de posicionarse en el terreno electoral se transformó a partir de los '80. Del discurso racional se pasó a la construcción del candidato desde su imagen personal. A través de la pantalla del televisor, el medio por excelencia antes de la llegada de las nuevas tecnologías este se mostró más humano, más próximo, más abierto a contar su vida personal y a mostrar una imagen cuidada y construida para los medios. El vacío discursivo y la seducción de la imagen llevaron a posicionar a la política en un terreno banal y vacío de contenido.
En el segmento de tecnología y cultura digital de @ahora16nr@aguscammisa intenta responder una pregunta urticante, ¿es verdad que la tecnología nos pudre la mente y nos vuelve menos inteligentes?